Y entonces salí del consultorio...

Resumen

Desde el regreso paulatino al atendimiento presencial, en el consultorio, la autora reflexiona sobre la experiencia de atendimiento exclusivamente en línea que tuvo lugar a lo largo de dieciocho meses, durante la reciente pandemia provocada por el coronavirus. Busca pensar en las repercusiones en la técnica psicoanalítica, sobre todo teniendo en cuenta que el servicio virtual ha permitido la continuidad de los tratamientos, pero en una disposición externa muy diferente a la habitual. Empezando por el propio paciente tener que responsabilizarse por proporcionar un espacio físico para el acaecer de las sesiones, invirtiendo la oferta habitual del analista de un espacio privado, especialmente diseñado para el psicoanálisis. Las posiciones de analista/analizando, marcadas por el uso del diván, se volvieron diferentes como resultado de esto. A través de viñetas clínicas, la autora reconoce la posibilidad de que el psicoanálisis, el proceso psicoanalítico, tenga lugar en este “otro” modelo. Y se pregunta cuáles serían las condiciones para esto. La escucha característica del método es quizás la invariante más reconocible. La búsqueda por hacer audible el contenido latente y por dar sentido a la experiencia siguió ocurriendo, así como la vivencia de intensas emociones en el campo. Quedaron muchas cuestiones en las que pensar, más preguntas que respuestas. Y una confirmación de que el método analítico puede tener lugar independientemente de la realidad fáctica. Lo que requiere muchas reflexiones. El trabajo propone que el estudio de las vicisitudes de la práctica en esta otra dimensión, virtual, establecida a través de la tecnología, especialmente el cuestionamiento de los principios consagrados como determinantes, puede conducir a la producción de más conocimiento y al desarrollo de nuestra disciplina, lo que solo sucederá si nos animamos a cuestionar los principios consagrados establecidos.